Coaching educativo: Haz que tus alumnos den lo mejor de sí, inspira en el aula y sé agente del cambio

El coaching, la programación neurolingüística y la educación emocional son herramientas que provocan un cambio efectivo en el alumnado y en su manera de aprender, a través de un cambio en la manera de educar.

La PNL, programación neuro-lingüística nos ayudan a analizar nuestro lenguaje para descubrir los patrones mentales bajo los cuales nos comportamos y mostramos una actitud determinada ante el entorno (a través del lenguaje verbal y no verbal) que, en el caso de los docentes, en el ámbito del aula, tiene repercusión directa en la reacción de los alumnos. Según sea nuestro proceso mental, se manifestará a través de la palabra y así será nuestro comportamiento el cuál, tendrá repercusión directa en su aprendizaje. Por ello, a través del coaching y la PNL podemos influir en nuestro éxito profesional como docentes, contribuyendo a que evolucionemos conscientemente para desarrollar la capacidad de responder de manera positiva y provocar el aprendizaje. El lenguaje que utilizamos con los alumnos es de vital importancia. Siendo conscientes que modificando todos aquellos pensamientos que nos limitan, podremos sacar la mejor versión de nosotros en el aula y tener efectos positivos en el proceso de aprendizaje.

Por otro lado, el Coaching es una metodología que no consiste en enseñar de forma directiva, sino que permite crear las condiciones propicias para aprender y crecer. La clave es que, desde la confianza, nuestros alumnos reflexionen, sobre las limitaciones y creencias que dificultan el sacar la mejor versión de sí mismos. Si somos capaces de crear entornos educativos y estrategias en el aula más experienciales, acompañando a los alumnos en el proceso de aprendizaje, personalizando dicho proceso según las habilidades de cada alumno, estructurando mejor sus objetivos y conectando con sus emociones de manera más eficiente ayudaremos al alumno a superar sus propios obstáculos. El objetivo del docente-coach es poner foco en el potencial del alumno, no en la transmisión en sí de conocimiento. A través de técnicas de coaching, vivencias y feedback continuado, generamos reflexión y toma de consciencia de los puntos fuertes y áreas de mejora para maximizar el aprendizaje.

Sólo si desarrollamos competencias como la escucha activa, reconocimiento de emociones, enfoque positivo, adaptación y flexibilidad ante situaciones y personalidades diversas, comunicación efectiva, en definitiva, si ponemos en práctica habilidades de Inteligencia Emocional, podremos inspirar a nuestros alumnos y ser verdaderos agentes del cambio.

Marian Gómez

Consultora Senior

EIM Consultores

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