La transformación digital ha modificado la sociedad y la economía, con un impacto cada vez mayor en la vida cotidiana. Sin embargo, hasta la pandemia del COVID-19, su impacto en la educación y la formación era limitado. Por ello te avanzamos que te daremos las 3 claves en el proceso de transformación digital educativa.
Un Proyecto Educativo y un Plan de Formación adaptado a la era digital, enmarcado dentro de un Plan de Transformación Digital, es imprescindible para alcanzar los retos de la educación de hoy y los objetivos que se proponen desde Europa (objetivos 2022-2027).
El exponencial crecimiento que está teniendo la tecnología en el sector educativo, como estamos viendo en multitud de eventos y la cantidad de planes a nivel nacional que se están poniendo en marcha para formar a los docentes en competencias digitales y para reforzar los equipamientos tecnológicos de los centros, son ya una realidad que reafirma que la tecnología ha venido para quedarse.
A pesar de ello, nos encontramos muchos Centros Educativos con dificultades para conseguir sus objetivos con respecto a la Transformación Digital y a la Formación en Competencia Digital Docente. Parafraseando a Xavier Marcet en su libro Esquivar la mediocridad: “la tecnología nos ha traído acceso a mucho más volumen de información, pero esto puede no traducirse en un mayor conocimiento y sabiduría, sino en distracciones y mediocridad.”
Para poder sistematizar un proceso real de Transformación Digital, debemos tener en cuenta 3 claves, que dependen exclusivamente de los Centros Educativos:
1. Reflexionar estratégicamente, tanto desde el punto de vista pedagógico como financiero. Cómo, cuándo, y qué tecnología (herramientas de hardware y software) me ayudará a mejorar mis procesos de enseñanza-aprendizaje. Las decisiones pedagógicas son las que deben guiar la transformación digital, y la tecnología debe estar al servicio de ellas. Para evaluar y obtener un mapa sobre el uso de las TIC en un Centro Educativo, recomendamos usar el modelo TPACK de Mathew J. Koehler y la Taxonomía de Bloom, que ponen el centro en la pedagogía. Cuando se introduce la tecnología en primer lugar, sin tener en cuenta a las personas y a los procesos, se generan multitud de dificultades, llevando esto a nerviosismo y pérdidas de tiempo y dinero, en los procesos de transformación digital.
2. Preparar y formar a docentes y alumnado para el uso de la tecnología. Es necesario diseñar una formación adaptada a cada estilo de aprendizaje. Es por ello que deben ofrecerse diferentes recursos, unos más reflexivos, otros más teóricos, con situaciones de observación, de repetición,… para que aprendan de manera más activa y con retos que tengan relación con su práctica diaria. Por eso desde EIM Consultores hemos diseñado un programa de formación en Competencia Digital Docente a medida de las necesidades de cada Centro y cada docente para garantizar el éxito de esta formación.

3. Definir cómo, cuándo vamos a utilizar la tecnología en nuestra labor diaria. Si nos basamos en el Modelo SAMR de Rubén Puentedura, vemos que cuándo la tecnología se integra para quedarse en un papel sustitutivo de elementos analógicos, aporta poco o ningún valor, y la transformación tecnológica no es real. Sin embargo, como vemos en su modelo, cuando avanzamos y alcanzamos niveles donde modificamos o redefinimos la experiencia de aprendizaje, vemos cómo aparecen mejoras en aspectos clave como la comunicación, la obtención de información, alternativas de aprendizaje, pensamiento crítico, atención a la diversidad, motivación, etc.
¿Te has parado a pensar en estas tres claves antes de comenzar el proceso de Transformación Digital de tu Centro Educativo o Institución? ¿No sabes por dónde empezar o necesitas acompañamiento?
Escríbenos a consultoria@trebol-educacion.com o también puedes contactar con nosotros aquí y te ofreceremos una solución adaptada a tus necesidades.